26 julio, 2007

Confesión

Me lastimo voluntariamente de día y de noche.
No te entiendo.
No me entiendo.
Me encierro en un clima evanescente
y perdida en mi inconsciencia respiro mi ya clásica locura.
Juego con mis cicatrices,
las abro nuevamente
y dejo que la sangre se desparrame por todos lados.
Ya no hablo, no emito sonido alguno.
El silencio se adueño de mi por completo.
Pensar en claros oscuros.
Creer que eso aun importa.
Sonreír y en realidad querer matar.
Ya no soy la misma que fui...
y un pedido de auxilio no es suficiente.