Recuerdo lo primera vez que tuve esa sensacion, necesitaba registrar de alguna manera todo lo que veía, quería encerrar sentimientos de alguna forma..para después volverlos a sentir.
Tenia 10 años, estaba en Bs. As. frente al obelisco y le pedí a mi viejo que me comprara una cámara de fotos.
El no dudo al ver mi emoción, minutos después llegaba con mi pedido en sus manos.
Esa cámara azul, la cual todavía guardo, funcionaba con una película de 110. Parecía de juguete por su formato y dimensión..igual sacaba fotos, era lo que yo quería.
Desde ese día no me desprendí jamas de una cámara de fotos.
Siempre fui una persona solitaria, con mi mochila en la cual llevaba un cuaderno, lápiz y mi cámara. Eso era todo lo único que necesitaba.
Eran mi realidad interior, mi salida al exterior y mi protección de todo.
Hoy aun llevo mi cámara a todas partes, por pura inercia, ya es una parte parte de mi cuerpo..me representa.
Tengo mil imagenes todavía por lograr..y soy muy impaciente.